Island In The Sun.

"We´ll spend some time forever, we´ll never feel bad anymore. On an island in the sun..."

lunes, 29 de marzo de 2010

Dentro del Promedio.



Cuando tenía masomenos 9 años leí el libro que marcaría mi vida para siempre: Alicia en el País de las Maravillas. Y bueno, a decir verdad, no es el que más me marcó, pero el que comenzó con ese rollo. Cuando lo leí no entendi nada de las paradojas o juegos de lógica, solamente que estaba bien ser diferente. Y desde ese momento ese se volvió mi objetivo, ser diferente, alguien digna de que alguien escribiera un libro sobre mi vida, porque yo creía que el país de las maravillas si existía, al igual que Alicia. Adios doctorado en Harvard.
Y entonces, creí que todo lo que yo hacía era único y especial. Hasta que otros seres humanos decidieron romper mi burbuja de felicidad. Estaba afuera de mi casa jugando con mis Barbies, creyendo que todo estaba bien cuando se acercó una de mis vecinas. Era un año mayor que yo y bastante pedante, se puso frente a mi con su actitud de yo-lo-sé-todo y luego preguntó: "¿Qué es eso?". La miré sonriente y le respondí: "Es mi Barbie, la estoy cambiando de ropa. Mi abuelita me la hizo, ¿sabias que ella me diseño todo esto? Fue a clases de..." Ella me interumpió subitamente poniendo su mano frente a mi boca. Que sutil, ¿no? La miré sorprendida. "Calla, solo quería saber que porquerías hacias." Obviamente me ofendí y asusté un poco, ¿quien era esa para venir a decirme esas cosas? Pero no dije nada, ella siguió hablando. "Te crees muy original, ¿no? Porque tienes ropa que nadie tiene, pero no, eres igual que todas. Todas tienen Barbies y las visten todos los días. Por eso yo no tengo, para ser diferente." Entonces, dio media vuelta y se fue. Yo me quedé ahí sentada unos segundos, y luego corri a mi casa para llorar agusto. Obviamente yo no entendía que la mona esa estaba montando una escena de celos, ella había herido mi orgullo en lo más hondo. ¡Todo era cierto! Yo era igual a todas las otras niñas del mundo, no había nada diferente en mi. Mi mamá me oyó llorar y fue a ver que me pasaba. Sus palabras me tranquilizaron un poco, pero tuve que fingir que estaba bien para que me dejara sola y pudiera pensar.
Ok, entonces la niña esta tenía razón. Era igual que todas las personas, no había nada en mi que fuera especial. No merecía que nadie hablara sobre mi. Imaginense que pasó con mi autoestima, obviamente se fue directo a la basura.

Ese verano, fui a vacacionar a casa de mis abuelos. Mi abuelo notó que andaba algo deprimida, y nos sentamos juntos en el jardín. Mi abuela me hizo un vaso de agua de güayabitofresa {*0*} y comencé a soltar la sopa. "Es que abuelito, no hay nada en mi que me haga especial. Tengo Barbies como todas las niñas, me gusta el rosa, veo las peliculas que todos y hasta escucho la musica que todo el mundo. No me visto diferente, ni tengo ideas originales.." Mi abuelo me vio con reproche y luego de la manera más simple me dijo "Solo te estas fijando en lo que te hace igual a las demás, ¿que hay de lo que te hace diferente?" Yo seguía pensando que no había nada, pero me dejó ahí sentada hasta que lo pensara. Definitivamente necesitaba ayuda, pero de nuevo fingi que ya todo estaba bien para poder irme sola a sentarme al techo. Mi abuelo se dió cuenta de que yo seguía mal, y subióa hablar conmigo. Lo que me dijo fue bastante sencillo. ¿No les ha pasado que saben las cosas, y las han escuchado de otros, pero hasta que se los dice alguien que de verdad les importa se lo creen? Bueno, a mi si. Me dijo que todos somos diferentes a nuestra manera, no hay nadie identico en todo el mundo. Y era cierto.

Ya más grande, tuve que recordarmelo diario, porque muchos me decían lo contrario. Pero resulta que me gusta ser como soy. Me gusta escuchar pop, ver los programas que ven todas las personas, salir a los mismos lugares, y querer las mismas cosas... Me gusta estar dentro del promedio, pero a la vez ser diferente por eso. Me gusta disfrutar del silencio y la soledad, leer cuando estoy deprimida, escuchar bandas indie, odiar el chocolate y ponerle a toda mi ropa algun detalle hecho por mi. Porque al final del dia, nadie esta dentro o fuera del promedio, por el simple hecho de que no hay un promedio. Nadie es normal, y nadie es raro, sino... todo lo contrario. Unicos por el simple hecho de existir. 
Y si, ya he dejado de torturarme con eso de querer ser diferente, después de todo, somos 6 millones de personas en el mundo, alguna tendría que coincidir conmigo en gustos, ¿no creen?

2 comentarios:

  1. pues yo pienso como tu abuelito, cada quien es autentico por ser simplemente lo que es, pues a veces en la obsesion de querer ser diferentes, nos volvemos mas comunes.

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  2. Alicia es uno de mis libros favoritos precisamente por eso, ella es especial pero es igual a muchas si te das cuenta. Como tú y como yo, como todos. Que ganamos con querer ser diferentes, luego nos andan diciendo freaks haha. Y en un país que no entiende lo que es "diferente" que para mi es muy normal soy la mas freak aunque no lo paresca

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