¡Escuchame!

A mi mamá no se le da mucho eso de escuchar. O más bien, solo esucha lo que quiere oir. Si voy y le cuento las cosas que de verdad hago en la escuela, solo me gano su enojo. No se rie. En cambio si le digo: "Mamá,saqué 9.5 en estrategias y fuí la más alta de mi salón" por lo menos me dice: "Muy bien, sigue así".

Siempre pensé que exageraba, pero ahora me doy cuenta de la verdad. Mi mamá si que no me escucha.

Recíen compré un libro llamado "Cartas desde el interior", y fui con mi mamá a contarle. Me dió el avion.

En ese momento me prometí algo: ya no le contaría nada. Si no lo quiere escuchar me ahorrare el disgusto y a ella la molestia de tener que contestarme cualquier cosa.

Pero soy una persona demasiado comunicativa, y si no lo digo exploto. Así que mi cel se ha vuelto mi mejor aliado, junto con msn. Todas las tardes le marcó a Rosa para contarle hasta lo más insignificante de mi día, y ella me escucha. Lo bueno, es que ella hace lo mismo y me cuenta hasta cuando vio pasar a una paloma y le dió risa. Vaya amigas que somos.

Siempre que estoy con ella me rió, siempre. Mamá se da cuenta y me dice: "Quita esa jeta, porque solo te pones así con tu familia, pero si fueran tus amigos... Hay muerta de risa" Ella tiene la culpa. Si le cuento todo lo que le digo a Rosa solo escucharía el "Mamá adivina que pasó" y después de eso me interrumpiría cada cinco segundos para que haga algo o le traiga algo.

Por eso me encanta leer, los libros siempre me llenan de paz. Es como escaparme a un mundo lleno de historias, personas y lugares que si me entienden. Cuando leí el libro de Matilda y vi que ella castigaba a sus papas por tratarla mal, decidí hacer lo mismo.

Cada vez que mamá trataba mejor a mi hermano, cortaba una de sus pulseras, cada vez que me ignoraba, escondía algo suyo, cada vez que me regañaba por reirme a carcajadas, desordenaba mi cuarto. Esa etapa ya pasó, pero ahora la castigo con silencio.

Suena raro, pero mamá no escucha razones. Sería increible que un día fuera a a mi cuarto y pacificamente me preguntara: "Hija, hoy estuviste muy callada, ¿algo pasa?" y yo le contaría todo lo que pasó en mi día y que actitud suya me molesta. Y ella diría: "Hija, entiendeme, me preocupo por tí. De verdad que lo hago, es mi papel como madre, pero intentaré ya no hacerlo" Y ambas quedaríamos felices.

O que llegara y me dijera: "Hija, ¿que me cuentas?" Y que de verdad me escuchara, opinara y se llevara todo con calma. Que no criticara que como o como hago las cosas, y que me dejara equivocarme.

Si, se vale soñar.

Pero bueno, el punto es que si llega y me pregunta o dice (enojada): "¿Porque estas callada? ¿Porqué no te quitas esos audifonos? ¡Deja de leer y has algo de provecho!" o cosas por el estilo, tengo razones.

A pesar de todo, amo a mi mamá. Admiro la mayoría de las cosas que hace y como ha logrado llegar a donde está. Entre ella y mi papá me han dado casa, comodidades, un hermano... 

La quiero más que a mi vida.

Sin embargo, me duele la maldita indiferencia. No es muy dificil escuchar a las personas,y si solo por un día dedicara por completo su atención en mi, a escucharme e intentar de entenderme y conocerme me haría la persona más feliz del mundo.